¿Qué hace Leonilde en un día cualquiera?
Me levanto poco antes de las 6 AM, empiezo a preparar el desayuno para la familia. Después de comer, hablo con mi esposo e hijo sobre qué quedó pendiente del día anterior y repartimos labores. Por lo general, ellos se encargan de mantener el cultivo organizado y yo me hago cargo del beneficiadero y de guiar a los trabajadores en el proceso de lavado del café. Al tiempo debo organizar la casa y hacer la comida para todos.
¿Cuántos cafés se toma al día?
No acostumbro a contarlos, pero son más de cinco en un día, endulzados con un poco de panela.
¿Hay un lugar que quiere conocer?
Me gustaría mucho poder conocer Cancún – México, las imágenes que se muestran de allá me parecen muy atractivas. También quiero ahorrar para conocer los llanos orientales de nuestro país.
¿Cuál es su primer recuerdo con el café?
No recuerdo un día que no haya estado rodeada de café. Desde pequeña vi a mi papá cultivar el café y fue una labor que heredamos al hacernos mayores.
¿Tiene más actividades después de cultivar café?
Generalmente salgo a verme con las vecinas de la vereda a “echar rulo” un rato. Además, somos muy unidos entre vecinos y desde la junta de acción comunal participo en la coordinación de tareas como: Reparar la escuela, mejorar el acceso vial a la vereda, entre otros temas que nos compete como comunidad.
«Desde hace 25 años cultivo café en mi finca.»